El Tribunal Oral en lo Criminal 5 de La Matanza resolvió condenar a Roberto Leiva (29), el joven con el que la víctima tenía una vinculación previa, a la pena de prisión perpetua por considerarlo "coautor" de los delitos "robo agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con homicidio calificado criminis causa".
En cambio, Freddy Chena Paredes (20) recibió 10 años de cárcel como "coautor del robo agravado por el uso de arma del cual resultaran víctimas" Lanzavecchia y Alejandro Alvarez Auer, el policía y custodio de Telefe que también padeció el ataque.
Para el tribunal, Paredes no tuvo injerencia en el homicidio del decorador que fue arrastrado y arrojado a una pileta, con las manos y los pies atados, y la boca tapada, lo cual le provocó la muerte. "Vamos a apelar. No hay justicia en este país -dijo una hermana de Lanzavecchia indignada apenas escuchó la sentencia-. A mi hermano lo torturaron, lo tiraron a la pileta y para que no saliera lo volvieron a empujar".
Las palabras de los familiares de Lanzavecchia luego de la condena colmaron de sorpresa a los periodistas que cubrían la causa y habían escuchado la sentencia, cuando aseguró: "Nosotros guardamos silencio durante dos años pero acá hubo muchas cosas extrañas, por lo menos hay cinco implicados en el hecho".
En ese sentido, la mujer disparó contra Alvarez Auer, víctima del episodio según la causa. "El no era el amigo de mi hermano, era la pareja. ¿Y qué hizo el amigo mientras lo mataban? No lo ayudó. Y después del hecho nunca se comunicó con nosotros. Alvarez Auer es el único que vio a Freddy y ahora Freddy recibió 10 años de cárcel".
Con estupor, los familiares también denunciaron que hasta ahora nadie logró dar con el tercer hombre que entró en la casa y que está prófugo; se trata de Juan Oscar Ibáñez Navarro, por el cual el Ministerio de Seguridad bonaerense ofrece una recompensa de 70 mil pesos.
Un cruel asesinato. El hecho ocurrió en la tarde del 27 de febrero de 2009, en la casa de Charcas 3722, de Lomas del Mirador, donde fue asesinado Gustavo Lanzavecchia, el decorador de la conductora Susana Giménez, la diva que llegó a decir después de este episodio "el que mata tiene que morir".
Según quedó probado, tres jóvenes -uno de los cuales conocía al decorador- llegaron a la casa de Lomas del Mirador para robar, golpearon al propietario salvajemente y también a un policía -Alvarez Auer- que apareció imprevistamente por el tema de la compra-venta de un auto.
Luego, los delincuentes maniataron y amordazaron a Lanzavecchia, arrastraron su cuerpo a la pileta y lo tiraron al agua, mientras que antes de huir apuñalaron al policía que -sin embargo- logró sobrevivir y avisar a la comisaría para pedir ayuda
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