Independiente, que no jugaba la máxima cita continental desde 2004, ganó su derecho a participar tras su consagración en la Copa Sudamericana 2010, aunque para acceder a la fase de grupos antes tuvo que eliminar a Deportivo Quito, de Ecuador.
El elenco de Avellaneda, que acumula 16 títulos internacionales, se impuso como local por 2-0 el 25 de enero pasado y luego, una semana después, en la altura de Quito, cayó apenas por 1-0 por lo que se acreditó por diferencia de gol el pasaporte a la zona 8.
Y en su debut en la fase de grupos, tuvo que enfrentarse con otro de los grandes del continente, ya que Peñarol de Uruguay, está tercero en la lista de máximos campeones con cinco títulos, detrás de Independiente, que cuenta con siete, y Boca Juniors, con seis.
Si bien la ilusión de los hinchas pasa por recuperar la corona que no gana desde 1984, Antonio Mohamed decidió poner en cancha a un equipo mixto entre titulares y suplentes porque el domingo tiene un compromiso trascendental ante River, por el torneo local, donde Independiente está amenazado por su bajo promedio del descenso.
En el arranque del encuentro, Independiente intentó tomar el control de la pelota y del juego, aunque sus buenas intenciones en la zona central del campo nunca las pudo trasladar con profundidad al área rival.
Entonces, las mejores aproximaciones del equipo de Antonio Mohamed surgieron a partir de los movimientos individuales de Patricio Rodríguez o los pelotazos cruzados, que confundían a la última línea de Peñarol.
Por otro lado, la actitud de los uruguayos fue clara, porque los dirigidos por Diego Aguirre armaron una estructura firme en defensa, y luego apostaron por el contraataque, a partir de las corridas de Urretaviscaya o de la presencia ofensiva de Juan Manuel Olivera.
Entonces, en ese primer tiempo, no hubo vuelo futbolístico e Independiente insinuó mucho más de lo que concretó, porque jamás le pudo llevar la pelota con claridad a Facundo Parra, el único referente de ataque.
En el complemento, el elenco dirigido por Antonio Mohamed salió con otra decisión, para acorralar a Peñarol contra el arco defendido por ex internacional Fabián Carini.
Y el local tuvo su premio de entrada, con una sociedad que generaron Patito Rodríguez y Gracián por la izquierda, que derivó en la definición de Parra, por arriba del cuerpo del arquero, para poner el 1 a 0 para Independiente.
Tras esa acción, a Peñarol le costó reaccionar e Independiente, motivado por la conquista de Parra, que ya había sido clave en la final de la Copa Sudamericana, siguió manejando el partido y pudo en jaque varias veces la seguridad de Carini.
Por eso, nos extrañó que a los 25 minutos, tras una sucesión de rebotes cerca de los dominios de Carini, Cristian Pellerano capturó el balón afuera del área y clavó su remate junto al palo derecho, para empezar a liquidar el pleito.
En el tramo final del encuentro, Peñarol, que mostró un opaco nivel, jugó sus últimas fichas a los pelotazos, pero no pudo con Hilario Navarro y encima, con una gran acción colectiva, a los 40 minutos, Silvera puso el 3 a 0.
Por esta primera jornada del Grupo 8 de la Copa Libertadores, la semana anterior, Godoy Cruz venció en Mendoza a Liga de Quito por 2 a 1.
Los próximos partidos del grupo 8 de la Copa Libertadores serán: el 1 de marzo, en Mendoza, juegan Godoy Cruz-Peñarol, y el 3 de marzo, en la altura de Ecuador, Liga de Quito recibirá a Independiente.
TELAM
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