
La Selección argentina de rugby tiene una parada complicada el próximo sábado, no precisamente por el rival, sino por los nervios de conseguir puntos lo antes posible. Se enfrentaron los rivales del grupo.
Hoy miércoles, se enfrentaron en Invercargill bajo una persistente llovizna, Escocia y Georgia, ambos futuros rivales de Los Pumas en la Zona B de esta Rugby World Cup. Fue victoria para los escoceses por 15 a 6, en un partido sin demasiadas acciones trascendentes por parte de los dos equipos y, acaso lo más importante, sin tries para ninguno de los dos seleccionados.
La importancia de este encuentro radicaba en dos aspectos centrales: analizar a ambos rivales y por otro lado, ver la influencia del clima en una ciudad y una cancha en la que Los Pumas van a jugar este sábado venidero ante Rumania, en lo que será el segundo partido de argentinos y rumanos en este Mundial.
Sobre los rivales de zona, hay que decir que no hubo sorpresas. Escocia, con una alta rotación de jugadores, le alcanzó con poco para llevarse el match. Cuatro penales y un drop de Dan Parks fueron suficientes ante un limitado conjunto georgiano, que impuso por momentos un claro rigor físico, pero que en cuanto a rugby, generación de juego y de espacios, tiene enormes limitaciones y dificultades. Escocia, claramente favorito en la previa, no supo ni pudo vulnerar el ingoal de su rival, no sólo por lo bien plantado en defensa que estuvo su rival (equipo atento y muy combativo en esta lid, aunque muy penalero y con cierta tendencia a la desorganización), sino que fue también por causa propias que los de Andy Robinson fueron incapaces de establecer mayores diferencias en el juego y el resultado. Imprecisiones en el manejo de la pelota, dudas a la salida de los rucks, falta de ductilidad y velocidad en la ejecución de movimientos de ataque resultaron determinantes para que el score fuera así de escueto.
Claramente, Los Pumas, de jugar con la vehemencia y claridad táctica que lo hicieron frente a Inglaterra, están en condiciones de ganar ante estos dos rivales. Primero, lógicamente, está Rumania. Y ante ellos, sí son favoritos.
Habrá que ver entonces si los dirigidos por Santiago Phelan consiguen mantener el nivel de concentración, la enjundia y solidez mostrada ante el equipo de la Rosa. Y mejorar la puntería.
Pueden ganar y deben ganar. Lo importante es que el futuro del equipo argentino en esta Rugby World Cup depende pura y exclusivamente de ellos mismos.
FUENTE:SANJUAN8
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