Todo comenzó en octubre pasado, cuando denunció a su ex novio, también policía. Adrián Arias, según ella, liberaba la zona de la comsiaría primera. “Ahí están las entidades bancarias, arbolitos, vendedores en las calles, artesanos y punguistas, es una zona liberada con mucho dinero”, explica.
Hubo intimidaciones hasta que el 12 de enero fue subida a un auto cuando se dirigía a su trabajo. “Cuando estaba en el auto, no me ofrecieron ni agua ni comida, ni me sacaron para hacer mis necesidades. Si quería orinar me tenía que hacer encima. Me sacaron las zapatillas y creí que me iban a cortar un dedo, como prueba de vida, pero me quemaron los pies en los dos dedos meñiques. Ahí me bloqueé y me puse a llorar”, sigue su dramático relato.
“Un día entró una persona a la habitación. Me bajó los pantalones y la bombacha y me violó. Cuando me puso en el piso, agarró el arma y me la introdujo en la vagina. “En ese momento, junté fuerzas, lo golpeé en el miembro y se cayó. Yo lo único que quería saber era qué me había introducido en la vagina. Me había puesto la boca del cañón del arma en la vagina y me había lastimado”, continúa.
Pudo ecapar el 17 de enero y ser atendida en el hospital Vélez Sarsfield y luego en el Churruca. “Más que atenderme, me interrogaron”, asegura.No trabaja desde hace más de un mes por licencia psiquiátrica. Sin embargo, quiere volver. “Me gustaría volver, porque no todos son iguales: hay mucha gente que vale la pena dentro de la fuerza”, finaliza.
Redacción DiarioShow
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