Después de ser uno de los culpables de la derrota en el debut, García vivió su gran desquite: se atajó todo y encima metió el pelotazo para el 1-0 a Racing.
Los hinchas de Racing esperaban ver al García de Godoy Cruz. Inseguro, nervioso, culpable en la derrota del debut. Lo buscaron, lo provocaron, le recordaron su error en cada intervención. Pero, vaya paradoja, en esa búsqueda en la llaga ajena, lo que encontraron fue al responsable de la recuperación de Boca. Sólido, tranquilo, ganador hasta para darle la asistencia a Mouche en el único gol del partido. De pies a cabeza, el arquero fue la figura del partido. Enorme con las manos, decisivo con los pies, gigante de mente. Porque desde ahí pareció borrar su actuación en la Bombonera. Y así hizo de la noche de anoche su noche.
Es cierto, la primera tapada, a los 10 minutos, lo ayudó. Su respuesta ante la entrada de Respuela, esa reacción elástica, espectacular, para evitar lo que era gol seguro, le devolvió la confianza. Pero antes, Javi García ya había dado señales de recuperación: el primer centro que cayó en su área el arquero lo rechazó con los puños. Había aprendido la lección. Dejaba en claro, ahí mismo, que en Avellaneda no habría otro Tito Ramírez.
Esa atajada, de todos modos, peleará en cada repetición por ser la mejor contra la que tuvo 13 minutos después. De hecho, él mismo eligió la segunda. “Para mí la más difícil fue el cabezazo de pique al piso”, dijo. Con otra descomunal estirada y mano cambiada, le sacó el grito a Lugüercio. Ya, a esa altura, era confirmación. Porque como si la carga con la que llegaba a este partido fuera poca, ese arco, el que da a la hinchada de Racing, también tenía un condimento emocional para él: ahí había cometido otro grave error en el partido contra Tigre, por el triangular final del Apertura 08 que ganó Boca. Y hasta tuvo que irse de la cancha lesionado. A todo, entonces, le dio respuesta. “Le tengo que agradecer a Julio (Falcioni) por la confianza de la semana y también a mis compañeros por el apoyo. Ganamos por el buen trabajo del equipo”, se sacó méritos.
Si la personalidad es lo que hace distintos a los arqueros, como había dicho el técnico en la semana, García mostró que en ese sentido lo es. Después, se podrá discutir sobre sus condiciones bajo los tres palos, pero ayer dejó en claro que el arco de Boca no se le cayó encima. Por eso fue muy felicitado en el banco de su equipo, sobre todo después de su asistencia a Mouche...
Ese pase gol, exacto, preciso, de arco a arco, fue una viveza hasta en el tiempo que le llevó la decisión. Porque Javi García tardó diez segundos en sacar del arco (es decir, excedió el tiempo permitido), pero esa pequeña demora le posibilitó encontrar libre a su delantero. “Es algo que se habla en la semana, por suerte lo vi solo a las espaldas de Palermo y después Pablo definió bárbaro. Es mérito suyo”, contó.
Su partido no hubiese sido redondo si no terminaba en triunfo. Por eso, también podría considerarse fundamental la tapada a un minuto del final, cuando mandó al córner un buscapié con olor a gol de Teófilo Gutiérrez. “Me voy contento porque ganamos”, dijo, otra vez sin colgarse la medalla de figura. Pero podrá decir que sí, que anoche Boca ganó por él...
Olé-
Más Información en: www.impacshownoticias.blogspot.com/
Los hinchas de Racing esperaban ver al García de Godoy Cruz. Inseguro, nervioso, culpable en la derrota del debut. Lo buscaron, lo provocaron, le recordaron su error en cada intervención. Pero, vaya paradoja, en esa búsqueda en la llaga ajena, lo que encontraron fue al responsable de la recuperación de Boca. Sólido, tranquilo, ganador hasta para darle la asistencia a Mouche en el único gol del partido. De pies a cabeza, el arquero fue la figura del partido. Enorme con las manos, decisivo con los pies, gigante de mente. Porque desde ahí pareció borrar su actuación en la Bombonera. Y así hizo de la noche de anoche su noche.
Es cierto, la primera tapada, a los 10 minutos, lo ayudó. Su respuesta ante la entrada de Respuela, esa reacción elástica, espectacular, para evitar lo que era gol seguro, le devolvió la confianza. Pero antes, Javi García ya había dado señales de recuperación: el primer centro que cayó en su área el arquero lo rechazó con los puños. Había aprendido la lección. Dejaba en claro, ahí mismo, que en Avellaneda no habría otro Tito Ramírez.
Esa atajada, de todos modos, peleará en cada repetición por ser la mejor contra la que tuvo 13 minutos después. De hecho, él mismo eligió la segunda. “Para mí la más difícil fue el cabezazo de pique al piso”, dijo. Con otra descomunal estirada y mano cambiada, le sacó el grito a Lugüercio. Ya, a esa altura, era confirmación. Porque como si la carga con la que llegaba a este partido fuera poca, ese arco, el que da a la hinchada de Racing, también tenía un condimento emocional para él: ahí había cometido otro grave error en el partido contra Tigre, por el triangular final del Apertura 08 que ganó Boca. Y hasta tuvo que irse de la cancha lesionado. A todo, entonces, le dio respuesta. “Le tengo que agradecer a Julio (Falcioni) por la confianza de la semana y también a mis compañeros por el apoyo. Ganamos por el buen trabajo del equipo”, se sacó méritos.
Si la personalidad es lo que hace distintos a los arqueros, como había dicho el técnico en la semana, García mostró que en ese sentido lo es. Después, se podrá discutir sobre sus condiciones bajo los tres palos, pero ayer dejó en claro que el arco de Boca no se le cayó encima. Por eso fue muy felicitado en el banco de su equipo, sobre todo después de su asistencia a Mouche...
Ese pase gol, exacto, preciso, de arco a arco, fue una viveza hasta en el tiempo que le llevó la decisión. Porque Javi García tardó diez segundos en sacar del arco (es decir, excedió el tiempo permitido), pero esa pequeña demora le posibilitó encontrar libre a su delantero. “Es algo que se habla en la semana, por suerte lo vi solo a las espaldas de Palermo y después Pablo definió bárbaro. Es mérito suyo”, contó.
Su partido no hubiese sido redondo si no terminaba en triunfo. Por eso, también podría considerarse fundamental la tapada a un minuto del final, cuando mandó al córner un buscapié con olor a gol de Teófilo Gutiérrez. “Me voy contento porque ganamos”, dijo, otra vez sin colgarse la medalla de figura. Pero podrá decir que sí, que anoche Boca ganó por él...
Olé-
Más Información en: www.impacshownoticias.blogspot.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario