El reality de TELEFE, en búsqueda de un salto de rating que contrarrestara la diferencia que le había dado “Los Unicos” al Trece, incurrió en una maniobra tan evidente como previsible: sacar de la casa a Christian U por “propia voluntad” para que después reingrese por el voto de la gente.
Si eso no es manipulación… ¿La manipulación dónde está?
El reality de TELEFE tiene una historia de rating y generación de personajes mediáticos que lo ha convertido en uno de los programas éxito de la última década. Tradicionalmente, se ha convertido siempre en uno de los puntales del canal de las pelotas. Pero…
Eso no garantiza la limpieza absoluta de sus metodologías en función de lograr una mayor trascendencia en la pantalla. Esta semana, la producción y los encargados del envío incurrieron en una obviedad tan grande que hasta al más inocente de los telespectadores advirtió la maniobra.
Resulta que ante la irrupción en la pantalla del Trece del programa “Los únicos”, el rating marcó una diferencia tan grande en el día a favor del canal de Constitución que esto alarmó a las autoridades de TELEFE.
Por eso la producción de GH decidió darle una vuelta de rosca tan importante como previsible y evidente al reality, como para que los números restantes de la semana achiquen esa brecha inicial. Claro que había un precio que pagar por la exposición de la maniobra: esa “vuelta” necesitaba incluir la manipulación de los participantes del ciclo de Endemol.
Uno de los personajes más fuertes de Gran Hermano es Christian U. Sus excentricidades y personalidad lo han convertido en el epicentro del reality. Por eso es imposible pensar en esta edición sin considerar la fuerza y el sostén que singifica este personaje. Evidentemente, a la máxima atracción la gente no lo iba a votar para que abandonase la casa. Por eso, en busca de pegar un salto de rating, la producción empezó a
buscar alternativas. Algo totalmente lógico y habitual en nuestra televisión.
Pero lo que no es habitual es la manipulación de un personaje, quebrando las reglas de voluntades. La decisión relegó cualquier regla instalada: “obligar” a Christian U a que abandone la casa por decisión propia y que, después, la gente lo votase a través del teléfono para que reingrese a la casa.
Con ese movimiento, tan evidente como maquiavélico para el resto de los participantes, se intentaba buscar el salto de rating que achicara las diferencias con el TRECE. Una jugada tan obvia que hasta aquellos que miran de reojo el programa advirtieron apenas se pusieron en marcha las piezas. Lamentable que se incurra en semejante subestimación del televidente.
Redacción DiarioShow
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